En un proceso de selección de empleo uno de los aspectos fundamentales es el de la entrevista de trabajo. Es un momento crucial a la hora de determinar cuáles son los candidatos finales para poder acceder a un puesto de trabajo.
Es por ello que, si cualquier parte en el proceso de buscar trabajo es importante, la entrevista personal es uno de los momentos que más peso tendrá en la decisión de si el trabajo es para ti o no.
Vamos a repasar cuatro claves que son básicas a la hora de plantearte una entrevista de trabajo:
Tu presencia e imagen en la entrevista
Una buena impresión en cuanto a imagen es fundamental para una entrevista de trabajo.
Puede ser que la primera impresión no sea definitiva, pero, sin duda es muy importante. Por ello hay que cuidar nuestra imagen y presencia.
Es importante tener en cuenta que cuidar la imagen no implica necesariamente tener que vestir de una manera excesivamente formal. Cuando se habla de imagen se hace referencia a la presencia en general, desde la higiene personal hasta el vestuario.
Sin embargo, en el vestuario hay que procurar no resultar excesivamente impostado. Si con carácter general no vestimos de manera excesivamente formal, y el puesto no lo demanda, tampoco deberemos tratar de ser lo que no somos.
En general lo que se busca es proporcionar una imagen positiva, realista y que genere una buena impresión en el reclutador.
La comunicación verbal
La comunicación verbal es otro de los elementos fundamentales en una entrevista de trabajo. De hecho, es un punto sensible que no siempre se cuida tal y como se debería.
Hay que tener en cuenta que debe ser una comunicación equilibrada. No podemos quedarnos cortos en cuanto al tipo de respuestas o información que proporcionamos, pero, en exceso, el contenido de la información en las respuestas no es nada positivo.
Es importante mantenerse atento, prestar atención y responder de manera ágil, concreta, concisa y aportando detalles sólo en aquellos casos en los que sea necesario o se nos pidan como tal.
Respetar los tiempos del reclutador, y entender que habitualmente hay más personas en este proceso de reclutamiento, es una buena señal de empatía y respeto a los grupos y equipos.
En cualquier caso, como siempre, hay que tener en cuenta el tipo de trabajo al que estamos aspirando. Por ejemplo, para un trabajo de ventas serán importante mostrar un nivel de comunicación verbal mayor que para un trabajo manual.
Comunicación no verbal
Uno de los riesgos que se corren con una entrevista de trabajo es pensar que con la comunicación verbal y una buena imagen ya es suficiente. Es verdad que son dos elementos fundamentales, pero hay otros elementos que a veces son igual o más importantes. La comunicación no verbal es uno de ellos.
La comunicación verbal tiene que ver con aspectos como la forma que tenemos de escuchar, de procesar la información, la posición de nuestro cuerpo, los gestos, tics. Se trata de un conjunto de cuestiones que dicen mucho de nosotros y que no siempre sabemos manejar o controlar de la misma manera que podemos hacer con la comunicación verbal.
Es importante, como ocurre con cualquier aspecto de una entrevista de trabajo, entrenar estas cuestiones. La comunicación no verbal se puede entrenar y, de hecho, debería ser un aspecto de mejora para cualquier persona, incluso cuando no está aspirando a un puesto de trabajo.
Control de las emociones
Este es un aspecto difícil, pero, si lo incluimos es porque se considera uno de los importantes a la hora de una entrevista de trabajo.
Es normal que, ante la importancia de este tipo de reuniones, sintamos cierto vértigo o emociones acumuladas. Sin embargo, un poco de sensación emocional está bien, un exceso o descontrol de emociones puede arruinar una entrevista de trabajo.
Debemos tratar de mantener el equilibrio, no ser excesivamente eufóricos, ni tampoco lacónicos. Controlar las emociones dará una imagen de equilibrio y estabilidad emocional que suele ser muy interesante para los reclutadores.
