Tres claves de tus primeros días de empleo

Comenzar un nuevo trabajo es un momento intenso, tanto por las emociones de cambiar de trabajo o de comenzar a trabajar por primera vez, como por los posibles temores, o desconocimiento a lo que nos vamos a enfrentar laboralmente.

PRIMEROS DIAS TRABAJO

A la hora de comenzar los primeros días de trabajo, hay una serie de cuestiones que siempre deberíamos valorar. Obviamente se trata de cuestiones muy genéricas. No todo el mundo va a tener la misma entrada en un nuevo empleo, o igual accedemos a un trabajo que ya conocemos, o volvemos a un antiguo empleo.

No obstante, nos vamos a centrar un poco en un concepto distinto en el que, el trabajador llega por primera vez a un trabajo nuevo del que no conoce nada.

Primeros pasos en un nuevo empleo

Los primeros pasos en un nuevo empleo son determinantes. Tanto es así que en muchos casos se forjarán actitudes o respuestas en función de cómo se generen dichos primeros pasos.

Por ello, lo primero que debemos hacer es tener clara la situación y la posición en la que nos vamos a desenvolver. No conviene acudir a un nuevo empleo pecando de exceso de conocimiento, o de profesionalidad. Pero tampoco conviene ponernos en menor valor del que realmente tenemos.

Es un equilibrio difícil. Y probablemente es una tarea importante que se debe tener en cuenta y llevar a cabo de la mejor manera posible.

Familiarizar nos con nuestro puesto de trabajo es otra de las primeras cuestiones que debemos llevar a cabo de la mejor forma posible. Y esta familiaridad va a venir dada con la disposición al aprendizaje. Obviamente no en todos los casos vamos a tener buenas herramientas de aprendizaje, y en algunas situaciones dependeremos exclusivamente de nosotros mismos, pero, tanto en esas situaciones como cuando si se nos ofrecen herramientas de aprendizaje, es importante hacerse cuanto antes con la mayor familiaridad posible en el desempeño profesional en el que nos vamos a mover.

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El siguiente aspecto también es muy importante y es la integración en el equipo. La integración en los equipos humanos no siempre es sencilla. Y tampoco es sencillo llegar a un equipo ya compuesto o que más o menos se conoce y trata de interactuar.

Del mismo modo que ocurre en la situación y posición en la que nos vamos a desenvolver, también aquí conviene ser cautos, pero no pecar en exceso de cautela. Es decir, lograr un equilibrio entre lo que pretendemos transmitir y como lo transmitimos.

Por último, la integración en el proyecto empresarial es la fase final de los primeros días en un empleo. Y, ojo, esto puede que incluso no se llegue a dar ya que no siempre vamos a encontrar el empleo de nuestros sueños o no siempre nos vamos a identificar de manera plena por el proyecto.

Pero, en la medida de lo posible, debemos intentar está integración entre nuestros impulsos, aficiones y proyección profesional con el entorno laboral en el que nos vamos a desenvolver al menos en lo que nos mantengamos contratados en esa empresa.

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